SANTA METRÓPOLIS DEL PIREO, 30 deNoviembre 2015
Comentario a la petición de los Franceses para que Dalai Lama “orara” por la víctimas de los yihadistas.
El trágico suceso de los ataques mortales de los terroristas islamistas en París el 13 de Noviembre, etc, conmocionó y sacudió la opinión pública mundial. El horror y el dolor de las 132 muertes de personas inocentes muertas y los 100 heridos graves, hundió en luto al pueblo de Francia. Muchos mandatarios europeos lo han paralelizado con el otro ataque terrorista de los yihadistas musulmanes en Nueva York el 2001, que tuvo como resultado la catástrofe de la dos Torres gemelas. Y con razón, como a continuación han demostrado los acontecimientos, este suceso trágico fue el inicio de un giro geopolítico radical del gobierno Francés, en la hasta ahora imperdonable y más allá de toda lógica, posición y actitud de Francia en apoyar el “Califato Islamista”. ¡Como es conocido, muchas de las armas que han utilizado los terroristas yihadistas eran de fabricación Francesa, las cuales Francia se las suministraba a los terroristas! Con la diferencia que no se imaginaban que llegaría el momento que estas armas volverían contra el pueblo inocente francés!Cuando el líder Ortodoxo de Rusia, s. B. Putin decidió intervenir militarmente y afrontar primero y sólo la insensatez y la locura del islamismo y las indecibles atrocidades y bestialidades que ya habían tomado dimensiones de genocidio real en Siria, los líderes europeos no lo vieron con buenos “ojos”, sino con mucha desconfianza y mucho recelo, puesto que ahora su planes geopolíticos se vieron frustrados y malogrados. Ahora que la espada del islam “se clavó” en el corazón de Europa, han comenzado a despertarse y concienciarse qué es el Islam, y así comenzaron a movilizarse tratando de afrontar conjuntamente con los Rusos la serpiente que habían criado hace décadas, aunque tal vez sea demasiado tarde.
No obstante pocos se habrán fijado en otro aspecto o parámetro “oculto” de este acontecimiento horroroso, ya el epicentro del interés de todos estaba en los acontecimientos políticos y militares. Es decir, cómo el pueblo francés lo ha visto y afrontado a nivel espiritual. Según las noticias, una gran parte del pueblo Francés pidió del romano-cesar papa Francisco y del Dalai Lama, “rezar” para las víctimas desafortunadas, de manera que el Dios frene, detenga el mal del terrorismo y cancelar y frustrar las acciones terroristas con el fin en el futuro evitar la repetición de similares sucesos.
La petición anterior del pueblo francés muestra claramente tres cosas: En primer lugar, la convicción y creencia de que el dios del papa Francisco y del Dalai Lama, en esencia es el mismo, el cual por supuesto para nosotros los Ortodoxos no es otro que el Diablo. En segundo lugar, en cuánta profundidad ha erosionado y tergiversado a la sociedad Francesa el Ecumenismo laico y secular y el espíritu del sincretismo religioso. Y en tercer lugar, cómo el hombre europeo actual entiende su relación con el Dios. El hombre contemporáneo “cristiano” europeo quiere a Dios más o menos… como siervo suyo; puesto que el cristianismo tergiversado y corrupto de Occidente ha cambiado la relación vivencial del fiel con el Dios en relación de dar y recibir.
El hombre occidental y Occidente creen que el Dios debe correr detrás de ellos para servirlos y cada vez que tienen necesidad de Él y se lo pidan, servirlos. Prevendrá y estará aniquilando todo mal que ellos provocan y que no pueden afrontar con sus propias fuerzas, como las guerras, seísmos, inundaciones, desastres naturales y ataques terroríficos de personas malas, etc. ¡Y en general que el Dios le estará sirviendo al hombre occidental de tal manera que le asegure el deleite, disfrute y prosperidad de los bienes terrenales, de la mejor manera, ya que no hay nada más allá de la tumba! Recordemos la reciente declaración del “obispo” de Canterbury, Justin Gouelmpi, de la Iglesia Anglicana, el cual con motivo del golpe terrorífico del atentado terrorista de París rezó con agonía hacia el Dios y le dijo quejándose más o menos lo siguiente: «¿Dios mío, dónde estás? ¿Por qué no intervienes o interfieres, mientras ves este tipo carnicería? ¡Empiezo a dudar si realmente existes!» (Realmente oración de un ateo). Esta mentalidad en esencia constituye la expresión y manifestación del ateo Humanismo europeo. ¿Porque, qué otra cosa puede esconder esto sino una exaltación y presunción demoníaca del hombre, el cual deificándose a sí mismo altera y transforma a Dios como su siervo!
En la petición de los Franceses para “oración”, es interesante la reacción de Dalai Lama, tal como esta se ha escrito en la prensa y hace falta comentarla: “Inmediatamente después de los devastadores ataques terroristas que sumieron en duelo y luto Paris, y como ocurre en muchas tragedias, una de las primeras reacciones del mundo fue a su vez girar hacia la oración. Sin embargo, aunque el Pray For Paris-Orad por París fue por muchas horas el primero en los strens de los socialmedia y los líderes religiosos, incluido el Papa, declararon inmediatamente de que rezaban por las víctimas; pero la posición del Dalai Lama ante la tragedia fue algo distinta. El tibetano líder espiritual, en sus manifestaciones en Deutche Welle, recalcó que el mundo o la gente no deben pedir de Dios a arreglar los problemas que han creado los hombres. “Los hombres quieren vivir pacíficamente. Los terroristas son miopes, o cortos de mira, y esto es una razón por la que provocan los ataques suicidas”, así se refirió en relación con los ataque el de 80 años líder del Budismo Tibetano, Tenzín Gatso. Este problema no se puede solucionar sólo con oraciones. Soy budista y creo en la oración. Pero aquí tenemos un problema que lo han creado los hombres y ahora pedimos a Dios que lo solucione. Es paradójico, absurdo. El Dios nos respondería; solucionarlo vosotros, porque vosotros lo habéis creado”, concluyó el 14º Dalai Lama. Como ha recalcado, la humanidad “la hace falta un acercamiento sistemático de los valores humanitarios de unidad y de armonía. Si empezamos pues, a trabajar inmediatamente existe la esperanza que este siglo sea distinto que el anterior”, subrayó Dalai Lama. “Trabajemos pues, duramente para traer la paz en nuestras familias y en nuestra sociedad y no esperemos la ayuda de Dios, del Buda o de los gobiernos”, resulto el sabio hombre mandando el siguiente mensaje: “Somos todos un pueblo”. (http://www. protothema.gr /world/ article)
Las posiciones anteriores del líder budista, para que seamos justos y precisos, tienen un grado o una dosis de verdad y en parte son correctas. Porque en ningún caso el Dios escuchará las oraciones y corresponderá las demandas de los hombres aquellos que no tienen ninguna intención y disposición de metania (cambio de mentalidad y regreso a Cristo, arrepentimiento, introspección y confesión) y cambio de tipo de vida, según el logos del Salmista: “el Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad. Él cumple los deseos de sus fieles, escucha su clamor y los libera; y sólo a ellos nunca a los que persisten al libertinaje, ni a los derrochadores, pródigos e indecentes” (Sal 144,18-19). Sin embargo, el budista es muy débil en entender que la causa o razón más profunda de la desgracia del hombre está en el pecado y la apostasía, traición del hombre a Dios y su voluntad. Por lo tanto el único camino de redención, liberación y salvación no es el retorno en un acercamiento o enfoque sistemático para el fortalecimiento de los valores humanistas de la unidad y la armonía, sino la Metania y el retorno a Dios.
Cerraremos esta pequeña interferencia nuestra con un acontecimiento que se refiere en los textos evangélicos, de Luca 13, 1-3, en el cual se encuentra una aplicación perfecta en relación con el reciente ataque terrorista en Paris. : “En aquel momento llegaron algunos anunciándole que Pilato había matado a unos galileos, mezclando su sangre con la de las víctimas que ofrecían en sacrificio. Jesús les dijo: “¿Pensáis que esos galileos eran los más pecadores de todos los galileos porque sufrieron eso? Os digo que no; y, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. ¿Creéis que aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató eran los únicos culpables entre todos los vecinos de Jerusalén? Os digo que no. Todos pereceréis igualmente si no os arrepentís”. Creemos que también hoy el Señor de una manera de algo así respondería al pueblo Francés y también a todos nosotros: «¿Creéis que aquellos franceses en Paris que encontraron la muerte trágica por los yihadistas fueron más pecadores que los otros que sobrevivieron? ¡Os digo que no! Ellos no fueron peores que los otros. Pero si nos os Meatanoizaís, no hacéis la metania (gira a Cristo, arrepentimiento y confesión) vosotros también os perderéis como aquellos»!
Sección de herejías y parareligiones. Metrópolis del Pireo
Traducido por: χΧ jJ www.logosortodoxo.com (en español)