El Evangelio de San Juan
Capítulo 8
(En letra normal traducción más literal del texto original en griego clásico y en letra cursiva en griego moderno ampliando un poco el sentido de cada frase, por memorable Panagiotis Trémpelas, teólogo y catedrático, cualquier error por favor avisarnos).
1-11 La mujer adultera. 12-29 Jesús es la luz del mundo. 30-50 Juicio sobre los judíos. 51-59 Testimonios sublimes sobre Jesús e intento de apedrearle.
1 Se fue Jesús al monte de los Olivos.
2 Por la mañana volvió otra vez al templo y todo el pueblo acudía a él; y él sentado les enseñaba.
3 Los intelectuales (escribas) y los fariseos le trajeron una mujer pillada en adulterio; y poniéndola en medio de la multitud concentrada allí,
4 le dijeron: Maestro esta mujer ha sido pillada en flagrante adulterio, (traicionando la fe matrimonial.)
5 Y en la Ley Moisés mandó apedrear a tales mujeres.
6 Tú, pues, ¿qué dices? Esto lo decían tentándole para tener de qué acusarle. Jesús inclinándose hacia el suelo, escribía en la tierra con el dedo. (Porque si lo impedía se vería que está aboliendo la ley de Moisés y si lo permitía, infringiría la ley romana de que había preparado el apedreamiento).7 Como ellos insistían en preguntarle, levantó la cabeza y les dijo: «El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.»
8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en la tierra. (Dándoles tiempo a reflexionar sobre la conducta pecaminosa de ellos mismos),
9 Pero ellos, al oír esto, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más ancianos, (acusados por su conciencia de sus propios pecados) y se quedó Jesús solo, con la mujer estando de pie allí en medio (con los que escuchaban su enseñanza).
10 Entonces Jesús alzó la cabeza y le dijo: «Mujer ¿dónde están los que te acusaban? Ninguno te ha condenado (como merecedora de apedreamiento.)»
11 Ella contestó: Ninguno, Señor. Jesús le dijo: «Ni yo te condeno, vete y no peques más.»
12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: «YoSoY la luz (increada) del mundo, y el que me sigue a mí fielmente, éste no andará en la oscuridad, sino que tendrá la luz (increada) de la vida.
12. «Jesús le habló de nuevo, diciendo: YoSoY la luz increada del mundo. Aquel que me sigue con plena confianza, esperanza y obedece con buena gana mis logos, no caminará ni se encontrará jamás en la oscuridad del engaño y del pecado. Sino que tendrá en su interior la luz (increada) vivificante y espiritual, que proviene de la verdadera vida increada, de Dios.»
13 Entonces le dijeron los fariseos: Tú das testimonio de ti mismo. Pero tu testimonio no es válido, (puesto que nadie más lo testifica.)
14 Respondió Jesús y les dijo: «Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque os digo siempre la verdad y conozco muy bien de dónde he venido y a dónde voy. Pero vosotros no conocéis de dónde vengo y adónde voy. (Por mi encarnación vine del Padre y vuelvo hacia Él por mi Ascensión).
15 Vosotros juzgáis exteriormente con criterios humanos; yo no juzgo, ni condeno a nadie.
15. Vosotros juzgáis con criterios mundanos y según la apariencia exterior de mi naturaleza humana. Yo a pesar de que tengo el derecho a juzgar, no juzgo ni condeno a nadie, hasta mi segunda Parusía-Presencia.
16 Y si yo juzgo desde ahora, mi juicio será verdadero, porque yo no soy solo, pues el Padre que me envió está conmigo (y nuestro juicio es absolutamente correcto y justo.)
17 Además, en vuestra Ley está escrito que el testimonio coincidente de dos hombres es válido.
18 YoSoy el que da testimonio de mí mismo y también el Padre que me ha enviado da testimonio de mí.»
19 Entonces ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Contestó Jesús: «Ni a mí ni a mi Padre conocéis. Si me conocierais a mí, también a mi Padre conoceríais.»
19. Entonces ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre, por el que nos estás hablando y que testifica sobre ti? Respondió Jesús: «Ni a mí como Hijo natural de Dios y Dios, ni a mi Padre conocéis. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre, a quien revelo a mis fieles con la luz de mi enseñanza y mi vida divina.»
20 Así habló Jesús al lugar de las ofrendas, enseñando en el patio del templo y nadie le detuvo, porque no había llegado aún su hora (definida de Dios.)
21 Otra vez les dijo Jesús: «Yo me voy y me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado. Adonde yo voy vosotros no podéis venir.»
21. Otra vez les dijo Jesús: «Yo me voy hacia mi Padre celeste, cuando termine mi obra, y cuando estaréis desesperados y cuando caigan sobre vosotros desgracias me buscaréis como Sanador y Salvador vuestro, pero por vuestra incredulidad y por vuestros pecados separados de Dios, moriréis desgastados. Por eso donde yo voy, vosotros no podéis venir.»
22 Se decían entonces los Judíos: ¿Acaso se va a suicidar, cuando dice: Adonde yo voy no podéis venir vosotros?
23 Y les dijo: «Vosotros sois de abajo, YoSoY de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
23. Vosotros sois de abajo, de la tierra, tenéis y estáis dominados de pensamientos, conductas y motivaciones terrenales y materiales. Pero YoSoY de arriba, del cielo, con riqueza espiritual celeste; Vosotros sois del mundo pecaminoso y vanidoso que vive alejado de Dios. En cambio yo aunque ahora vivo en este mundo, no soy ni provengo de este mundo.
24 Por eso os dije que vosotros moriréis desgastados por vuestros pecados, porque insistís en ser humanos de este mundo pecaminoso y vanidoso. Si no creéis que “YoSoY”, (el Mesías, el verdadero e único Sanador y Salvador,) entonces moriréis hundidos en vuestros pecados.»
25 Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? «El principio en el que o por el que os estoy hablando.
25. Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Y dices que no podemos salvarnos sin ti. «Τήν ἀρχήν, (tin arjín) el principio el que o por el que precisamente os estoy hablando ahora.
26 Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros, pero no lo vais aceptar. Pero aquel que me ha enviado es veraz y yo lo que he oído de él, esto hablo al mundo.»
27 Pero ellos no entendieron que les hablaba del Padre.
28 Entonces les dijo Jesús: «Cuando hayáis levantado (en la cruz) al Hijo del hombre, entonces conoceréis que YoSoY (el Hijo de Dios, el único Salvador del mundo) y que nada hago por mi cuenta, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.
29 Además, el que me envió está conmigo. El Padre no me ha dejado solo nunca, porque siempre hago lo que es de su agrado.»
30 Cuando hablaba y enseñaba estas cosas Jesús muchos creyeron en él, (que es el Cristo, el Mesías).
31 Jesús decía a los judíos que habían creído en él: «Si os permanecéis firmes en la enseñanza de mi logos practicándolo en vuestras vidas, seréis verdaderamente discípulos míos,
32 y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.
32. Por mi enseñanza y por vuestra experiencia personal, conoceréis la verdad y la verdad os hará libres de la tiranía del pecado y de la muerte (espiritual).»
33 Ellos le respondieron: Nosotros somos linaje de Abraham y jamás hemos sido siervos o esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?
33. Aquellos no entendieron sus logos creyendo que les llama esclavos de otros y enfadados dijeron: Nosotros somos descendientes de Abraham destinados a conquistar el mundo y nunca hasta ahora hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo tú dices que seremos libres? (Decían todo esto olvidando que su etnia se había esclavizado en muchos conquistadores Egipcios, Babilonios y ahora en los Romanos.)
34 Jesús les respondió: «Amín, amín, en vedad de verdad os digo y os aseguro que el que comete el pecado y permanece sin metania, es esclavo del pecado.
35 El esclavo no queda ni vive en la casa para siempre, el hijo sí queda para siempre.
35. El sirviente no queda en la casa del Señor en el siglo, para siempre, ni es heredero o dueño. En cambio el hijo sí permanece en la casa porque tiene de su padre todos los derechos como heredero.
36 Por lo tanto, si el unigénito Hijo de Dios os liberare del pecado, seréis verdaderamente libres.
37 Conozco que sois descendientes del linaje de Abraham. Pero no le parecéis y tratáis de matarme, porque la enseñanza de mi logos no entra en vuestra psique y no cabe en vosotros, porque estáis esclavizados en el pecado.
38 Yo hablo y enseño lo que he visto junto al Padre. Vosotros hacéis lo que habéis oído y aprendido de vuestro padre, (el diablo). ¿Entonces cómo va entrar en vuestro interior mi logos y mi enseñanza?»
39 Respondieron y le dijeron: Nuestro Padre es Abraham, no aquel que tú nos das a entender. Jesús les dijo: «si realmente fueseis hijos de Abraham os parecerías a él y haríais las obras de Abraham.
40 Sin embargo, tratáis de matarme a mí, porque os he dicho la verdad que he escuchado junto a Dios; eso no lo hizo Abraham.
41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre, el diablo.» Entonces le dijeron: Nosotros no somos hijos bastardos, un sólo Padre tenemos, que es Dios.
41. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre, es decir, del diablo.» Entonces le dijeron: Nosotros no somos hijos bastardos, no hemos nacido de sangre ilegal mezclada con los idólatras. Un sólo Padre tenemos que es Dios. No tenemos como padre al diablo.
42 Les dijo Jesús: «Si realmente Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo he salido de Dios, y por mi encarnación vengo y estoy entre vosotros, pues, no he venido al mundo de mí mismo, sino él me ha enviado.
43 ¿Por qué no entendéis ni reconocéis mi lenguaje? Es porque no queréis escuchar ni aceptar los logos de mi enseñanza.
43. ¿Por qué no comprendéis y no aceptáis el lenguaje de mi enseñanza? Yo os diré la razón: no entendéis mi enseñanza a causa de la corruptibilidad de vuestras psiques, por eso no podéis escuchar con serenidad, devoción e interés los logos de mi enseñanza.
44 Vosotros tenéis como padre al diablo, y queréis hacer los deseos, las codicias, y las ambiciones de vuestro padre. Él era homicida desde el principio de la creación humana y no se mantuvo en la verdad, ni está en su interior el deseo por ella. Cuando inventa y habla la mentira, habla según su propia naturaleza, porque es mentiroso y padre de la mentira.
45 Pero a mí como os digo siempre la verdad, no me creéis, por eso precisamente sois hijos del mentiroso diablo.
46 ¿Quién de vosotros es capaz de acusarme con razón que he cometido el más mínimo pecado o falta? Si digo siempre la verdad ¿por qué no me creéis?
47 El Ων el ser de Dios o el que es de Dios, escucha los logos de Dios; por eso vosotros no los escucháis, tampoco los dais importancia, ni los aceptáis, porque no sois de Dios.»
48 Los judíos enojados le replicaron: Bien decimos nosotros que tú eres samaritano, es decir, enemigo de los judíos. Y tienes demonio que te mueve contra nosotros.
49 Respondió Jesús: «Yo no estoy endemoniado, sino que honro a mi Padre, y vosotros me deshonráis y me insultáis.
50 Pero yo no busco mi doxa-gloria; hay quien la busca y él hará justicia.
50. Yo no busco la doxa y honor de los hombres. Existe el Padre, quien quiere y busca glorificarme a mí y él hará justicia entre mi y vosotros.
51 Amín, amín, en verdad, de verdad os digo el que guarda, aplica y cumple los logos de mi enseñanza en su vida, nunca verá la muerte, es decir, su separación de Dios, la muerte espiritual y el infierno eterno.»
52 Le dijeron pues, los judíos: Ahora estamos bien convencidos de que tienes demonio. Abraham murió, y también los profetas, a pesar de cumplir con el logos de Dios, y tú dices: El que aplica y guarda mis logos nunca probará la muerte.
53 ¿Acaso tú eres mayor que nuestro Padre Abraham que murió? ¡Y los profetas que cumplieron la voluntad de Dios también murieron! ¿Por quién te tienes y crees que eres?
54 Respondió Jesús: “Si yo me glorifico a mí mismo, mi doxa-gloria no es nada; es mi Padre el que me glorifica con los milagros que realizo, de quien, vosotros que me despreciáis, decís que es vuestro Dios,
55 pero en realidad no le conocéis, pero yo le conozco. Si dijera que no le conozco sería un embustero como vosotros. Pero yo le conozco y hago, cumplo y guardo su voluntad y sus logos.
56 Abraham, vuestro padre, se regocijó pensando en ver el día de mi encarnación, lo vio y se alegró.
57 Le dijeron entonces los judíos: No tienes aún cincuenta años y ¿has visto a Abraham, que vivió hace dos mil años?
58 Respondió Jesús: “Amín, amín, en verdad de verdad os digo: os aseguro que antes que naciera Abraham, “YoSoY”, yo preexisto pre eternamente.
59 Entonces los judíos enfadados, tomaron piedras para arrojárselas. Pero Jesús se ocultó de sus ojos, y salió del templo pasando inadvertido y andando entre ellos sin que le vieran, por intervención de la divina Providencia.
Traducido por: χΧ jJ www.logosortodoxo.com (en español)